Abril 2, 2024
Columna Editorial
Por: Isabel Cuervo
Se aproximan las elecciones presidenciales en los Estados Unidos y, por su puesto, que comenzaremos a enfrentar censura. Ciego y desinformado caminarás obedientemente rumbo al despeñadero.
Censura en redes, censura en medios, censura de tu vecino. La libertad de expresión es un derecho humano fundamental que esta siendo pisoteado sin freno ni vergüenza alguna.
¿Has sido acallado, silenciado o, al menos, amedrentado para que no expreses lo que piensas? ¿Tal vez te han calificado más de una vez de conspiranóico, de loco o de exagerado?, sin embargo, nada mas aplastante que la corroboración de los hechos con el simple paso del tiempo.
Laissez faire, laissez passer, decía el gran economista francés Vincent de Gournaï, dejen hacer, dejen pasar. Pero siempre con la verdad y los brazos en alto, agregaría yo.
Y es que en tiempos de mentiras a granel hacen falta ejércitos de lucha para defender la verdad. Verdades cifradas, verdades escondidas, alteradas o descalificadas.
Tal como ocurrió en las últimas contiendas presidenciales de los EE. UU., las principales redes sociales alterarán algoritmos para decidir qué puedes ver y de qué no te puedes enterar, porque saben bien que quien controla la información controla las masas.
“Todos lo sabían”, “Ex censor de Facebook cuenta cómo lo hacen” o “¿Quién decide las elecciones en USA?”, son tan sólo algunas de las cápsulas investigativas que he compartido en mi canal de YouTube para que corras el velo, tengas elementos de análisis o te estrelles de lleno con la realidad que los medios hegemónicos callan. Visualízalas si aun no lo has hecho y prepárate para entender cómo operan en varios países tras las urnas de votaciones.
Hace tan sólo unos días atrás la ultra censora red social de Instagram comenzó a esconder información de contenido político; es decir, a limitar de forma predeterminada para todos los usuarios, las publicaciones de temática política que ellos consideren oportuno esconder. Sí, tal como lo hicieron en 2020 y en 2016.
Luego del duro pulso entre Hillary Clinton y Donald Trump, se comprobó que Facebook había promovido la divulgación de la trama rusa. Toda una campaña de desinformación que aseguraba que Vladimir Putin impulsaba la elección de Trump.
En 2020 el mismo Donald Trump ordenó desclasificar toda la documentación referente al caso y en mayo de 2023 el fiscal especial John Durham concluyó que el FBI no tenía ningún motivo para haber comenzado esa investigación sobre las elecciones de 2016. En el informe de más de 300 páginas de Durham se afirma que el FBI utilizó “inteligencia en bruto, sin analizar y sin corroborar”, para abrir una investigación sin fundamento contra Trump.
“Concluimos que el Departamento (de Justicia) y el FBI no cumplieron su importante misión de estricta fidelidad a la ley en relación con ciertos acontecimientos y actividades descritos en este informe”, escribió Durham. El informe también concluye que “al menos por parte de cierto personal íntimamente involucrado en el asunto” había “una predisposición a abrir una investigación contra Trump”.
Pero, aunque Mark Zuckerberg, presidente y director ejecutivo de Meta, ha sido citado a rendir declaratoria en el Congreso varias veces, parece que sabe que puede volver a ejercer control sobre la información desde sus tres potentes plataformas: Facebook, Instagram y WhatsApp.
Cómo lo hacen, cómo los descubres y ¿cómo puedes cambiar los mandos para que tu perfil quede abierto a recibir todo tipo de contenido informativo de carácter político? Te lo explico:
1. Desde tu perfil de Instagram ve a las tres líneas horizontales, arriba a mano derecha. Haz click. Vas a configuración y privacidad.
2. Bajas y vas a contenido sugerido.
3. Vas a contenido político y, si tienes suerte, activas el botón de no limitar.
A mi no me permite hacer el cambio y me saca automáticamente de la aplicación de Instagram. Lo intenté varias veces y no fue posible, pero otras personas han reportado que pudieron hacerlo luego de unos días. Ya veremos.
De cualquier manera, esto es censura ideológico-política pura y dura.
Y es que no es lo mismo el control que la manipulación. Mientras que la manipulación consiste en que el entorno es modificado a propósito por el manipulador, el control se utiliza para evitar que factores externos influyan en él.
Según la psicología de masas, el individuo siempre tiende a reproducir las acciones del grupo al que pertenece, debido a su naturaleza social; por eso, no resulta difícil manipularlos, de hecho, este es el principio básico que sigue la publicidad.
Para los que aun argumentan desde el desconocimiento que una empresa privada como Meta puede hacer lo que desee en su empresa, vale la pena recordarles que la sección 230 de la ley de comunicaciones de los EE. UU rige a las redes sociales. Por medio de esta ley las redes están protegidas de demandas de civiles, cubriéndolas de responsabilidad sobre lo que sus miles de usuarios publican. Pero, así mismo, estas redes no pueden ni deben ni están autorizadas a aplicar control temático, ideológico o editorial, porque no son medios de comunicación.
Lo que sí tienen es responsabilidad como red social de controlar y adherirse a la decencia en las publicaciones que, por ley, deben velar.
Sin embargo, no hay que navegar mucho por estas redes para darse cuenta que son vitrina de pornografía y soporte de organizaciones de trafico sexual de menores, a granel.
Eso sí, parece que no logran controlarlo, eso sí se le escapa al férreo ojo de sus censores de contenido, sentados por miles en bodegas de control de ciertas líneas ideológicas o políticas en San Francisco, Los Ángeles, Barcelona o Buenos Aires.
Distraer a la sociedad con información que parece relevante, pero que en realidad esta dirigiendo la atención hacia un lugar de control de la información, es una de las estrategias mas utilizadas para manipular a la masa social. Así se evita que esa sociedad preste atención a determinados conflictos políticos o económicos relevantes, que los entes dominantes no desean hacer visibles.
Otra usual estrategia de dominio es la de crear el problema para luego entregar la aparente solución, de esta manera los poderes políticos o plutocráticos forjan su imagen de probos, íntegros o capaces, mientras conducen a las masas a que clamen porque les impongan el yugo que les quieren implantar, sin siquiera darse cuenta.
Otros métodos comunes de manipulación de masas son el de aplicar cambios sociales graduales, no de golpe, para que cuando la población note el cambio ya sea tarde. Infantilizar o ridiculizar a quien se oponga a las nuevas normas, creándole un apartheid, una segregación, del resto de la sociedad. Implantar falsos ideales a través de la emoción, manipulando a las masas por medio de la esperanza, el miedo o la ilusión, asi se evitan revueltas y se genera pasividad.
Imposible, a este punto, no pensar en George Orwell y su distópica novela 1984, hoy más cercana a una visión profética que a la ficción misma.
Vivimos tiempos en que a los patrocinadores de castradores de niños o mutiladores de órganos sexuales de menores se los aplaude y a los defensores de la infancia y la familia se los califica de distribuidores de odio.
Vivimos insólitos tiempos en los que a los traficantes humanos o de drogas se les permite manejar su nefasto negocio de muerte y destrucción libremente desde las redes, mientras a padres de familia que lloran la pérdida de sus hijos producto del fentanilo, el tráfico de menores o porque reclaman la hiper-sexualización a las que someten a sus hijos en las escuelas, se los ficha desde el mismísimo FBI, son perseguidos y marcados en listas como terroristas domésticos.
Son tiempos en donde no puede ni debe faltar el valor para defender desde toda lógica y coherencia, no solo los valores éticos y morales, si no los valores de subsistencia mas básicos de la humanidad, si es que queremos llegar, aunque sea, hasta el 2030, en donde tendremos que enfrentar nuevos represores retos.
Son tiempos de recordar que con las tiranías no se tranza, a las tiranías se las derroca.
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